Mi alma extraña los paseos a la luz del sol en los parques.
El canto de las aves cayendo la noche.
El color del cielo y las voces en las calles.
Mi ser está encerrado, pero mi mente no.
Canto mi imaginación.
La distancia es el fantasma que encadena los anhelos y deseos.
Tocar la tierra con los pies.
La ausencia de los besos y abrazos, de las charlas y bebidas.
La ausencia del arte en las calles, los aplausos y las voces de todos al canto de la música.
La tierra habla en la ausencia de la gente, los mares hablan, los bosques hablan.
El tiempo pasará y nos volveremos a ver, a contemplar el atardecer.
Renaceremos y floreceremos nuevamente en nuevos seres, siendo un tipo de almas que recordará la experiencia de la ayuda y la ignorancia de otros.
Volveremos a encontrarnos para volver a vivir.
Podremos estar encerrados pero no en nuestras mentes.