Miro por la ventana del destino.
Veo quién fui y quién soy.
He buscado mi camino todo este tiempo.
Y aquí me encuentro.
Es un gran laberinto.
El cuál no afrontaré sola.
Sólo debo mirar más allá de los árboles y las montañas.
Y deberé seguir todos esos pasos que me esperan.
El cuento de mi alma
Toco mi alma.
Señalo quién soy.
Y aquí estoy.
Viviendo de ese amor que tanto había soñado y esperado.
Mi alma me cuenta durante las noches todo lo que ha llorado durante ese camino.
Y me dice que ya no llorará nunca más.
Y en esas noches, mi alma descansa.
Porque ella canta lo que realmente siente.