Cúbreme con un abrazo de tierra y de
enramados.
Con un abrazo ancho que me
envuelva por todos mis costados.
Húndete en mi sangre, fúndete en mi
carne, hazte a mi piel,
erízate conmigo,extiéndete por todas
las fibras de mi cuerpo,
y guárdate,y quédate como el agua
quieta debajo de los sauces.
Plenitud abierta al cielo, al aire, a las
estrellas.
Cúbreme con un abrazo de tierra y
pasto tierno,
con toda la fuerza de todos los
minutos asfixiados en la pausa
desierta,
de las horas vividas sin amor en esa
feria,de cosas que se compran,
de cosas que se venden,de cosas que
se buscan, de cosas que se
encuentran.
Y mírate en mí, dentro de mí, y
quédate y bésame como el agua besa
y muerde y penetra la ávida boca de la tierra seca,
y bébeme, y sofoca con tu boca
entera mi aliento, mi latido y mi memoria.
Que ya no piense nada, que ya no
recuerde,y al fin ya no sepa si eres tú
quien me muerde,si soy yo quien te besa.
Enróscame a tus brazos, rama verde,
y tórnate gusano,y devora hasta el
final mi médula.
Devuélveme a la nada, a la quietud
más quieta,que la luz no me canse,
que el viento no me mueva.
Haz un surco en tus venas y
siémbrame en la hondura de tu futura tierra.
Mis raíces prendidas a tu sangre
beben tu ser, y tus espigas se devoran
mi hambre.
Filtrando por mi piel corre tu río su
frescura de paz bajo mi carne.
Al pasar, me perdí en el reflejo de mi alma
Y así perderme en la melodia,
fue perderme entre la carretera y sus
luces.
Por que al cruzar podria encontrarme
y así enfocar el cielo en la mirada.
Fue perderme en la ruta de mi alma,
en cada rincon de mis pensamientos,
cada rincon de sensaciones.
Sentir que el momento fuera infinito,
recorrerme entre sueños.