¿Qué tal Luneros?
Deseoso de que se encuentren muy bien. Hoy, les quiero compartir el trabajo de una de las poetas que tengo el gran gusto de conocer, la maestra Eugenia Elizondo.
Una gran escritora que te conquista con cada palabra hilada a la siguiente con majestuosa perfección. Sus poemas, llenos de sentimientos y emociones que se desbordan al leerlos.
La maestra Elizondo, orgullosamente mexicana, hace gala de su amplia experiencia y labor con poemas que nos hablan de recuerdos y cicatrices vividos con gran romanticismo y melancolía.
En la actualidad, con gran corazón y mucha humanidad, imparte y comparte el conocimiento adquirido para formar, con mucho cariño, futuros poetas y escritores. Donde tuve el honor de conocerla.
Espero les agrade muchísimo estos cuatro poemas, los atrape y los envuelvan en la belleza del mundo de las letras:
Todas las lágrimas
que no lloré por ti
cenizas fueron
cerrando mis pupilas
como párpados de hierro
no sentí el viento
acariciado por tus alas
mariposa.
fuiste silencio
desvanecidas tus palabras
nunca vi tus rostros
reflejados en el agua
olvidé los besos
las rosas
las bienvenidas
me envolvió tu ausencia
y el coraje de perderte
con cuál derecho me diste tanto
para luego arrebatarlo
no desaparecen las cicatrices
mariposa
sólo nos recuerdan lo vivido
hoy quiero recuperar los hilos
aquellos que tejieron
nuestras vidas
han de regresar
las rosas
las bienvenidas
y los besos.
Hubiera
elegir otro camino
las cicatrices nos recuerdan
el tormento infligido
no importa el daño hecho
abierta la carne
la sangre entregada
el dolor sigue siendo nuestro
no hay cirugía
ni mágico conjuro
para extirparlas
ni falta que hace
si llegamos sin marcas en la piel
sin líneas ni arrugas
sin tierra en las manos
ni lodo en los pies
es porque aún no hemos vivido.
A dónde los jazmines
los limones las margaritas
el verde pasto el cielo azul
el blanco de las nubes
de cristal y porcelana
ya están los jarrones en albricias
para las rosas pletóricas de aromas
perfumando nuestras vidas
te reconozco en el viento
en la suavidad de los duraznos
en tus contundentes
y diminutos pasos
te imagino en mi nombre
musitado en tu garganta
el que no escucharé nunca más
se extiende larga la mirada
en este mar tan diferente
¿cómo quiero encontrarte?
si el camino me llevó
tan lejos del lugar
donde nos dijimos adiós
te busco pretendiendo olvidarte
es el pasado que regresa
una
y otra vez.
Cuando recuperemos nuestra sombra
nunca jamás el júbilo doloroso
de la luz en las pupilas
veremos el rocío en las hojas
los altos edificios
y el sol tras la montaña
las palabras harán erupción
en el caracol que las guarda
retornará el tintovino
suave oscuro y noble a la lengua
la brillantés de la noche
esos diamantes sin engarzar
derramarán sus más hondos secretos
se borraran las arrugas y las asperezas
nuestras manos volverán a tener 20 años
cuando recuperemos nuestra sombra
no seremos esta casa vacía
por una sola vez
se dará el milagro
de atrapar tu risa y tu ronca voz
como agua entre mis dedos
cuando recuperemos nuestra sombra
cuando regreses.
Ojalá le haya hecho justicia a estas maravillosas obras de arte.
Si gustaran contactar a la maestra Elizondo, dejo aquí su contacto:
👏👏👏
Me gustaMe gusta