Soy vagante de las letras, naufrago de líneas que unen historias y llenan lo que antes estaba en un completo vacío.
Cada quién lleva consigo un poeta que duerme, pero despierta en cuanto el dolor es presente, funciona como una epidemia, escribe algo y deja que otro lo lea, comparte tu vida plasmada en ese escrito y quizás puedas llenar el vacío de alguien más.
Hablemos más de ese poeta interior que en cuanto menos te lo esperas puede salir a tomar el sol, disparando palabras como si fuese un arma que puede llegar a despertar aquel recuerdo que se consumía en el sueño.
Para inmortalizar un momento, un recuerdo, o alguien que amas sólo basta con dejarse llevar por el son de las palabras, es la clave para la eternidad.
